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Después del atracón que nos hemos dado en The OCCULT Herald con la serie El Ministerio del Tiempo, ya va siendo hora de volver por nuestros fueros. Aunque vamos a aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid y usar el tema del tiempo como hilo conductor para nuestra entada de hoy. Y es que hace mucho de eso mismo, tiempo, que tenemos pendiente esta reseña.
Hace cosa de tres meses y medio Miguel Ángel Naharro nos envió, con una enorme amabilidad, una copia digital de sus dos novelas pulp protagonizadas por La Garra, y nos comprometimos a realizar una reseña siempre y cuando nos gustasen (que conste en acta que jamás haremos una reseña negativa de una obra que no envíen; si no nos gusta no hacemos entrada, que ante todo está el respeto al autor). La reseña de la primera entrega, La maldición de la Diosa Araña, la publicamos poco después. Sin embargo, por eso de que se van acumulando temas en el calendario, se quedó pendiente afrontar las nuevas aventuras de Joanthan Baker, La Garra. Y puesto que nos preciamos de ser gente de palabra, aquí os traemos la reseña de La Isla en el Fin del Tiempo.
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Puesto que en la reseña de la primera entrega de las aventuras del profesor Baker ya hicimos una presentación de Miguel Ángel Naharro, podemos entrar en materia más rápido. Para empezar, y sin andarnos con rodeos, si habéis leído La maldición de la Diosa Araña y os gustó, os adelantamos que la segunda entrega es, sin ningún lugar a dudas, mucho mejor. La isla en el fin del tiempo es una novela mejor construida y mejor escrita. Algunos pequeños errores que detectamos en la primera entrega, como el uso inadecuado de signos de puntuación como el paréntesis, o el cambio de persona narrativa, han desaparecido, dando un aspecto final de novela más trabajada. Lo cual se agradece una barbaridad, puesto que permite disfrutar todavía más este pequeño delirio Pulp.
Y es que La Isla en el Fin del Tiempo es un nuevo homenaje a la literatura de evasión más pura. Rescatando a los protagonistas de la primera entrega, Baker, Morodo y Walkyria, Miguel Ángel Naharro recupera con acierto una nueva hornada de lugares comunes de la literatura pulp de aventuras. Con un arranque de historia que recuerda poderosamente a la secuencia de apertura de Indiana Jones y el Templo Maldito, Naharro lanza al lector a una huida a bordo del barco Banshee, con crucero ligero Kusanagi de la armada japonesa, cargadito de unos oficiales la mar de encantadores, oliendo nuestro cogote.
No hay excusa mala para ver una de las pin-up girl, 100% Pulp, de Frank Cho |
Esta excusa magnífica y canónica (una novela de aventuras siempre, y digo siempre, debe comenzar con una buena escena de acción), nos conduce hasta una misteriosa isla en medio del océano… y del tiempo. Un trasunto del Mundo Perdido, plagado de dinosaurios, insectos gigantes y amenazas sobrenaturales. Un escenario en el que descubriremos nuevos aliados para nuestro héroe (bueno, cierto cazador de nuevo no tiene nada, pero da gusto ver como lo emplea Naharro), nuevas mujeres sexies de armas tomar (una rediviva Sheena, reina de la jungla) y nuevas amenazas a las que hará frente con una proverbial combinación de ingenio, fuerza y, como no podía ser menos, la garra mística que le da nombre.
Y todo ello escrito con sencillez, sin necesidad de alardes; con esa casi inocencia de la que hablé al referirme a la anterior novela, que nos convierte de nuevo a todos en niños que asisten a una sesión de cine un sábado por la tarde. Porque, si algo demuestra Naharro es su conocimiento y amor por un género como es el pulp de aventuras. Tras pulir esos defectos de estilo de los que hablaba antes, Miguel Ángel Naharro es a día de hoy uno de los exponentes más interesantes del neo-pulp español. Alguien que, sin mayores pretensiones, garantiza unas horas de honrada diversión.
Dicho esto me gustaría ver un mejor envoltorio para las novelas de Naharro. Y que no se me ofenda nadie, que esto no es ni un desdoro, ni un insulto ni nada que se le parezca. Pero DLorean Ediciones, que está haciendo un trabajo impagable para el Pulp español, debería trabajar más el diseño global de sus libros. No es una simple cuestión de la calidad de las ilustraciones, o de la edición física del libro (nada que objetar en este aspecto); es una cuestión de diseño integral. Ese plus de esfuerzo, y lo digo desde los tres lustros de experiencia trabajando en el mundo del libro, supondrían a un plazo medio una mejora de posicionamiento y, por extensión, de ventas. Conociendo las enormes dificultades a las que se enfrenta un editor pequeño que está fuera del maldito circuito de distribución tradicional, el aspecto final del producto debería preocupar mucho más, puesto que es el que puede conseguir que mucho lector que pasa por encima del libro sin tan siquiera ojearlo, se detenga en la librería especializada y se decida a cogerlo.
Es una verdadera lástima que obras tan entretenidas como las de Naharro, que además vienen acompañadas en el interior por unas muy buenas ilustraciones de Nestor Allende, que le dan un delicioso sabor añejo, no griten desde un escaparate o una estantería eso de “cómprame”.
Desde nuestra posición de lectores y espectadores, como blogueros especializados en Pulp y cultura Pop, insistimos en eso de que en muchas ocasiones pecamos de un ombliguismo peligroso. Una autocamplacencia que nos impide crecer, llegar a un público que quiere historias como las que contamos. El comprador de libros del 2016, en sus gustos estéticos, poco o nada tiene que ver con el que en los años sesenta, setenta u ochenta compraba los libros de Marcial Lafuente Estefanía y resto de bolsilibros. Sin embargo la pasión por la narrativa de aventuras sigue ahí. Así que volvemos a dar la matraca, a ponernos pesados, nuestro género merece más.
Dicho lo cual, querido lector, si te gusta la aventura en su sentido más puro te recomendamos sin miedo a equivocarnos las novelas de Miguel Ángel Naharro. Desde The OCCULT Herald nos unimos a la nómina de lectores que están esperando la siguiente entrega de las aventuras de Jonathan Baker.
Eduardo Martínez.
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